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La reconstrucción mamaria se realiza a través de varias técnicas de cirugía reconstructiva que tratan de restaurar el busto para obtener una forma, aspecto y tamaño lo más cercanos a lo normal; es un procedimiento gratificante desde el punto de vista físico y emocional para una mujer que ha perdido un seno debido al cáncer u otra afección.

 

Aunque la cirugía le puede dar una mama de aspecto relativamente natural, un seno reconstruido no se ve o se siente exactamente igual que el pecho que le quitaron, sin embargo la creación de una nueva mama puede mejorar la auto-imagen, la autoestima y la calidad de vida

 

Existen múltiples opciones técnicas para llevar a cabo la reconstrucción mamaria aunque todas por lo general implican varios procedimientos realizados por etapas. El proceso de reconstrucción se puede iniciar al mismo tiempo que la mastectomía o bien retrasarse hasta finalizar el proceso completo de tratamiento del cáncer. También existen opciones respecto al tipo de material que se utilizará para reconstruir la mama, en la actualidad las opciones se dividen en materiales autólogos (es decir propios de su organismo) o sintéticos.

 

Las técnicas de reconstrucción con tejido autólogo comprenden la utilización de colgajos con piel, musculo y grasa ya sea del abdomen o bien de la espalda. El uso de materiales sintéticos incluyen los implantes mamarios de silicón o expansores de piel para reconstrucción en varias etapas. Todas las opciones son viables y tienen pros y contras que deberán ser discutidos con su cirujano para tomar una decisión respecto al mejor momento para su reconstrucción del seno.

 

Los resultados finales de la mastectomía después de la reconstrucción mamaria pueden ayudar a disminuir el impacto físico y emocional de la mastectomía. Aunque existen riesgos y desventajas,  la mayoría de las mujeres sienten que estos son pequeños en comparación con la gran mejora en su calidad de vida.

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